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La ONU exige instalar retretes en todo el mundo para acabar con malnutrición



Naciones Unidas, 19 nov (EFE).- Naciones Unidas subrayó hoy la necesidad de "terminar inmediatamente con la falta de retretes en el mundo", que es causa de la malnutrición, diarrea y parásitos intestinales que sufren millones de niños en todo el planeta.

El presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Mogens Lykketoft, recordó en un acto especial con motivo del Día Mundial del Retrete la importancia de "pasar de la discusión a la acción, y del compromiso a la implementación de medidas eficaces".

En el encuentro, celebrado en la sede de la ONU, estuvieron presentes entre otros el vicesecretario general de la organización, Jan Eliasson, el rey de Holanda, Guillermo Alejandro y el príncipe Naruhito de Japón.

Lykketoft señaló que el camino a seguir por Naciones Unidas pasa por reducir las principales causas de malnutrición, como la diarrea constante o las infecciones intestinales, que son "resultado directo de una mala salubridad e higiene", y que pagan principalmente los niños, que son "los más vulnerables".

Según la ONU, en el mundo existen unos 2.400 millones de personas que no disponen de inodoros básicos y casi 1.000 millones -uno de cada ocho habitantes del mundo- defecan al aire libre.

Por ello, Naciones Unidas puso en marcha en 2013 una iniciativa con el objetivo de terminar con la defecación al aire libre antes de 2025, dentro de los plazos marcados por su agenda de desarrollo sostenible.

El presidente de la asamblea aprovechó para recordar el eslogan de la campaña #WeCantWait o #nopodemosesperar, y comparó "la necesidad de actuar contra este problema como la necesidad de ir al baño. Todos sabemos que no podemos esperar", dijo.

Por su parte, la directora ejecutiva adjunta del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Geeta Rao Gupta, dijo que este problema afecta "de forma desproporcionada a las mujeres y a las niñas", por lo que "la defecación al aire libre es un claro signo de desigualdad de género".

"Al no tener privacidad para hacer sus necesidades, tanto mujeres como niñas tienen más riesgo de ser víctimas de violación o abusos sexuales", relató Rao Gupta.

Las mujeres embarazadas son otro de los colectivos más vulnerables ante esta situación, puesto que a la malnutrición contribuyen también parásitos intestinales que afectan su embarazo y que, en muchas ocasiones, se transmiten por la contaminación del suelo en áreas donde se practica la defecación al aire libre.

"Estamos en 2015 y deberíamos establecer inodoros en todo el mundo. Sabemos que funciona, sabemos por qué es importante y sabemos hacerlo: solo es cuestión de voluntad", reflexionó la responsable de Unicef, que se mostró "avergonzada" de que el ser humano haya instalado "inodoros en el espacio pero no lo haga en la Tierra".

Tal como subrayó la embajadora y representante de Singapur en Naciones Unidas, Karen Tan, el cambio "está cerca" porque los programas de desarrollo global, como la Agenda 2030 que marca la ONU, ya han "puesto el foco en los problemas que acarrea un mal saneamiento".

Por ello, el objetivo pasa por tres acciones principales con las que Naciones Unidas se muestra comprometida: coordinación, integración y un cambio de hábitos.

Así lo explicó en su intervención el asesor en sanidad e higiene de la organización Acción Contra el Hambre, Jean Lapègue, que instó al sector que trabaja en favor de la nutrición y al de la sanidad a que "trabajen de forma conjunta e integrada" para obtener así un "impacto real y no medidas efímeras". EFE


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