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EL MESÍAS GREGORIO ENTRÓ A PREDICAR A CABALLO


Primer Periódico Digital


CANCÚN.— Exultante y lleno de triunfalismo adelantado, Gregorio Sánchez Martínez encontró la fórmula para provocar a las masas que simpatizan con el personaje que ha creado de sí mismo, por lo que en su cierre de campaña el candidato a presidente municipal de Benito Juárez por el Partido Encuentro Social (PES) llegó otra vez a caballo, tal como lo hizo en un mitin el fin de semana pasado, acompañado de su esposa y candidata a diputada local.

Montado en su personaje de mesías, el mismo con el que gobernó Benito Juárez y con el que se presentó a estas elecciones, volvió a cabalgar alegremente por las polvorientas calles las regiones, esta vez junto a su esposa Niurka, candidata a diputada local, cual guajira cubana, en un dúo ecuestre que hizo su entrada triunfal tomados de la mano. Él en caballo, negro, ella en uno blanco. Los organizadores del evento y voceros oficiales de Greg aseguraron que siete mil almas se embelesaron con la llegada de la pareja.

En el acto de cierre de campaña Greg seguramente sintió estar a las puertas del cielo al abrir los brazos en plan paternalista ante la multitud y para patentizar ese rol mesiánico se puso de pie sobre el caballo para afirmar que va arriba, como lo han hecho todos los candidatos que hacen todo lo posible porque la gran masa los vea con posibilidades reales de triunfo. Sánchez Martínez afirmó que está 9.56 puntos arriba de su más cercano contrincante, según encuesta realizada por el Centro Latinoamericano de Estudios de Opinión. De acuerdo a dicho organismo cuenta con el 34.62% de preferencias de los electores, seguido por Remberto Estrada, con el 25.06% y Julián Ricalde con el 20.32%, cifras muy distintas a encuestas dadas a conocer anteriormente, que lo ubicaban en tercer lugar y muy por debajo de los punteros.

Sin embargo Greg vivió su momento de triunfo este miércoles, mostrando una personalidad condescendiente, alegre, sintiendo ser el profeta único capaz de guiar al rebaño cancunense al paraíso en el que todos los males se terminarán, como las calles en mal estado, la inseguridad, falta de alumbrado, colonias irregulares, transporte público deficiente. Todo lo prometió en campaña, tiempo de promesas en el que se muestra un rostro que después cambia, pues esa personalidad con sonrisa de oreja a oreja se trastoca en la real, la que ya mostró cuando fue presidente municipal, de mirada adusta, gestos y actitud prepotente ante los medios y hacia sus críticos. El mesiánico que sonríe y abre los brazos en actitud condescendiente ante las multitudes, pero que quiso construir su propio palacio municipal que lo encumbrara para la posteridad en el Ombligo Verde, el cual depredó sin importarle destruir el hábitat de muchas especies de flora y fauna con tal de inmortalizarse a sí mismo.


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