AMLO carga contra gobiernos neoliberales: “entregaron los bienes del pueblo a una minoría rapaz”

Con un discurso duro y directo en contra de los gobiernos neoliberales, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició su discurso que corresponde a su último informe de gobierno de la administración 2018-2024.

El mandatario llegó al Zócalo de la Ciudad de México alrededor de las 10:37 horas. Antes de subir al templete saludó a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo. Ya lo esperaba una multitud que se dio cita en la plancha desde horas antes.

En sus primeras líneas, AMLO dijo que los mexicanos de hoy “son en su inmensa mayoría trabajadores solidarios y honestos, el legado de principios buenos que se transmitieron de generación en generación y que no han desaparecido a pesar de la opresión, del racismo y del clasismo”.

Posteriormente hizo un repaso de los próceres que dieron patria a la nación. Recordó que México protagonizó la primera revolución social del siglo XX. López Obrador se preguntó cuántos demócratas han existido como Francisco I. Madero y cuántos han profesado su amor al pueblo como lo hizo el general Lázaro Cárdenas.

“Somos herederos de un pasado grandioso y de una historia excepcional y fecunda. Ello explica porqué en buena medida no nos tomó mucho tiempo revertir la decadencia que se produjo con la política neoliberal o neoporforista y como pudimos relativamente pronto fincar las bases para iniciar una etapa nueva que ya se conoce y se identifica como la Cuarta Transformación de la vida pública de México”.

El titular del Ejecutivo afirmó que su gobierno se ha inspirado en las ideas y obras de grandes pensadores y políticos que lucharon por las causas humanistas en el país. Parafraseó a Hidalgo, quien hace más de 200 años afirmó que “el único Dios de los oligarcas era el dinero”.

“Conocimos los sentimientos de la nación de Morelos que recomendaba elevar el salario del peón y educar al hijo del campesino igual que al hijo del más rico hacendado y proponía crear tribunales para proteger al débil de los abusos que comete el fuerte.

Nos aprendimos de memoria las sabias palabras de Juárez. Díganme si no, de que ‘con el pueblo todo, sin el pueblo nada’. Seguimos el precepto de Ricardo Flores Magón de que sólo el pueblo puede salvar al pueblo.

No olvidas cuando a Zapata le ofrecieron un rancho, un latifundio y contestó que él no había entrado a la Revolución para hacerse hacendado.

Escuchamos el claridoso de Villa, que el país debiera ser gobernado por alguien que realmente quisiera a su gente y su tierra y que compartiera la riqueza y el progreso.

Cómo ignorar el lema del apostol de la democracia, Francisco I. Madero: sufragio efectivo no reelección o la sentencia de Lázaro Cárdenas, según la cual, gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras traiciona a la Patria. Con este ideario comenzamos nuestro gobierno hace casi seis años”.

AMLO afirmó que con ese ideario comenzó su gobierno y lo primero que hizo fue reformar la Constitución “hasta donde se pudo” y promover leyes “para frenar la política antipopular, corrupta que se había impuesto y legalizado por el predominio de un poder oligárquico con apariencia de democracia”.

Recordó que el paquete de reformas que entregó el 5 de febrero a la Cámara de Diputados, que incluye la reforma judicial, para restituir a la Carta Magna el sentido revolucionario y popular que tuvo desde su redacción original en 1917.

“Estas iniciativas son a todas luces distintas y contrapuestas a las reformas que se aprobaron durante los 36 años del nefasto periodo neoliberal cuando no se pensaba en beneficiar al pueblo, sino en ajustar el marco legal para facilitar el despojo y la entrega de bienes del pueblo y de la nación a una minoría rapaz”.