top of page

Y… ¡LO VOLVIERON A HACER!



​Y estos muchachos lo volvieron a hacer. Pareciera que está generación, la que ha sido marcada por los grandes retos, está destinada a silenciar estadios, a reducir a cenizas la esperanza de aficiones locales que inundan las gradas con sus colores y tratan de apoyar a sus escuadras hasta en los momentos más difíciles.

Aún se encuentra fresco el recuerdo de una noche de marzo Sanpedrana. La conquista del estadio de uno de los más acérrimos rivales sigue en la memoria y corazones de un equipo mexicano que parece estar para esos grandes momentos.

El Campeón de la CONCACAF, Subcampeón del mundo y líder del Grupo C de la competencia tenía una cita con el destino, una batalla que no podía ser postergada, a pesar de tener que enfrentar a una escuadra hermana sobre el terreno de juego.

Hoy, este miércoles por la tarde la marea roja chilena fue controlada, apaciguada, por un torbellino negro mexicano que inundó la cancha del Estadio Nelson Oyarzún Arenas, de la ciudad de Chillán, con buen fútbol, con garra y determinación que ha caracterizado en todo momento a los jóvenes futbolistas dirigidos por Mario Arteaga.

Fueron más de once mil personas las que desde el inicio del encuentro apoyaron en todo momento a “La Rojita”, el CE ACHE I y ELE E, chic chi chi le le le no cesaba de corearse por todos los rincones del inmueble chillanejo, ya conquistado una tarde de domingo de octubre por el encanto y sutileza del balompié mexicano.

Primero la esperanza de una nación, depositada en su combinado de menores de 17 años, se vio acrecentada con una anotación a balón parado, vaya momento de gloria se vivió en la grama del inmueble de Chillán, instante que no duró más de dos minutos, cuando México volvió a gritar gol y a dar un manotazo de autoridad sobre el escritorio del fútbol Sub17 internacional.

En la segunda mitad, los aztecas, guerreros que en todo momento y en otras batallas han demostrado que nada ni nadie los intimida, tradujeron su superioridad en anotaciones, poco a poco se fueron apoderando de un territorio y un marcador que lo fueron trabajando en todo momento y que al final dejó una herida mortal en el anfitrión.

Al final, simplemente, lo volvieron a hacer.


728-X-90.gif
bottom of page