Con el pueblo de su lado, Sheinbaum lleva la salud a los olvidados
- Redaccion1 Poder Politico
- 9 ago
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La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo hizo un viaje Jalisco, específicamente a Tlajomulco de Zuñiga, un municipio olvidado por los gobiernos estatales. La razón: inaugurar un nuevo hospital, pero no cualquier hospital, es un nuevo Hospital de Alta Especialidad del ISSSTE.
Los jaliscienses quieren acompañar a su Presidenta y se organizan para rentar un autobús y movilizar a quienes quieran acudir a este evento histórico.
“Ahora sí la salud está llegando a donde antes nadie volteaba a ver”, se escucha decir a una mujer de la tercera edad al subir al autobús.
“No somos acarreados”
El camino es largo, Tlajomulco aunque se encuentra en la parte sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara, la distancia entre el lugar donde se inaugura el nuevo Hospital y el punto de partida es abismal.
Aún así, la gente, en su mayoría de la tercera edad, no pierde el ánimo. Una frase se repite entre los pasajeros del autobús: “No somos acarreados”, otros contestan, “A mí me acarrea el amor a México”.
El ambiente en el transporte es alegre, entre todos intercambian anécdotas, algunos de los tripulantes se conocen de hace tiempo, hablan de cuando apoyaron al ex Presidente Andrés Manuel López Obrador contra su desafuero en 2005, otros no se conocen pero muestran su pasión e interés por la plática.
“A la espera de la Presidenta”
En cuanto llega el autobús al lugar indicado, las personas bajan y se apresuran a llegar al domo donde será el evento, quieren buscar un lugar cerca de su Presidenta.
El espacio está abarrotado, y sigue llegando gente, la puerta está abierta para que cualquiera pueda ingresar.
Los Servidores de la Nación reparten agua natural y fruta fresca a los asistentes. A la mente viene la idea de la estrategia “Vive Sano, Vive Feliz”, ya no se reparten galletas y jugos: los ultraprocesados también están fuera de los eventos de Sheinbaum.
Al igual que en el autobús, el ambiente bajo el toldo es festivo, alegre, la gente se toma fotos, se saluda y grita consignas en favor de la Presidenta.
Ni el retraso en el evento o la lluvia acaba con el ánimo. Llama la atención una mujer de la tercera edad que lleva una botella de plástico rellena de garbanzos crudos, hace ruido, quiere que la Presidenta la escuche.
Los primeros funcionarios públicos en llegar al evento son los gobernadores municipales de Tlajomulco y Guadalajara, Gerardo Quirino Velázquez, que pasa entre aplausos y rechiflas y Veronica Delgadillo, quien pasa sin pena ni gloria.
De repente, un colectivo que demanda pensiones dignas para los trabajadores del estado de Jalisco inicia con las rechiflas y gritos contra el gobernador de Jalisco, el emecista Pablo Lemus.
“¡Fuera Lemus! ¡Gobernador espurio! ¡Goberladrón!”, son las consignas que se escuchan.
Un grupo que viene con el gobernador trata de contrarrestar las rechiflas, pero poco puede hacer. Finalmente es el sonido del evento quien pide respeto entre los asistentes.
“La salud del pueblo es la ley suprema”
La Presidenta Claudia Sheinbaum sube al escenario y la ovación estalla, llena de júbilo y gritos de apoyo hacia ella. El pueblo de Jalisco entusiasmado, se toma fotos, a eso vino, a mostrar su apoyo a Sheinbaum y la Cuarta Transformación. Pero no solo es a ella, es a todo el proyecto que representa y que está recuperando los derechos de la gente.
Acompañando a la Presidenta va Lemus, y también el director del ISSSTE, Martí Batres. Al presentar al primero, los abucheos son constantes, las consignas en su contra se repiten al unísono, a tal grado que la Presidenta tiene que intervenir y pedir que se respete al gobernador jalisciense. Esto basta para que el gobernador naranja se muestre incómodo durante todo el evento.
Mientras que Martí Batres es aplaudido por la gente mientras recuerda que la salud “no es una mercancía, ni un privilegio” es un derecho de todas y todos los mexicanos y por eso tiene que ser “pública y gratuita”.
Con el hospital de Tlajomulco, son 31 hospitales inaugurados por la Presidenta Sheinbaum desde que arrancó su gobierno, y para diciembre serán 50.
“Estas obras no buscan aplausos, sino justicia”.
El momento estelar llega, Sheinbaum sube al podio y comienza su discurso. Nuevamente los vítores llenan el espacio, con el fondo de “Presidenta, Presidenta”, Sheinbaum comienza su discurso.
Sheinbaum emociona al público dando a conocer que ella es “niña ISSSTE”, pues asistió a una guardería del instituto. También a su hija la tuvo en un hospital del ISSSTE, por lo que para ella representa mucho estar rescatando el instituto que más fue saqueado por los neoliberales.
“Las instituciones públicas son la garantía de los derechos del pueblo de México”, dijo Sheinbaum.
Como parte del discurso, Sheinbaum menciona el legado dejado por AMLO. La gente no resiste y nuevamente ovaciona y grita la consigna que tantas veces gritó con el tabasqueño:
“Es un honor, estar con Obrador”.
La participación de Sheinbaum concluye con la confirmación del rescate del Tren que conectará la Ciudad de México con Guadalajara.
Al finalizar el evento la gente no se va, se pega a las barreras de seguridad y quiere ver a Sheinbaum, una mujer grita “le traigo un regalo, Presidenta”. La Presidenta se acerca a su pueblo y agradece el enorme apoyo, acepta las muestras de cariño y los obsequios; hasta carteles de protesta y peticiones recoge.
El pueblo se retira alegre, a sabiendas de que el nuevo hospital llevará desarrollo al pueblo de Tlajomulco. Un hombre dice a su esposa: “Qué esperanza de que en el pasado se construyeran estos hospitales en lugares como este, antes estaban olvidados”. Y ella respondió: “Antes ni siquiera se construían”.
El desfile de camionetas comenzó a salir del hospital, la mayoría pasaron cerradas y con las ventanas polarizadas. Pero una de ellas pasó con las ventanas abiertas y con la Presidenta de México sonriente, saludando al pueblo, extendiendo un saludo y hasta bajó del vehículo para saludar a una persona en silla de ruedas personalmente.
Concuerdo, qué esperanzas de que en el pasado algo así pasara, qué esperanzas de que el Primer Mandatario bajara a caminar con el pueblo y que este, alegre, lo recibiera con los brazos abiertos.


















































































































