CTM INTENTÓ SABOTEAR LA REFORMA LABORAL DE AMLO; HOY ESTÁ EN EXTINCIÓN

La Confederación Nacional de Trabajadores (CTM), organización fundamental para mantener al PRI en el poder, trató de obstaculizar la Reforma Laboral del Presidente Andrés Manuel López Obrador mediante amparos.

Según explica Arturo Cano para La Jornada, los candidatos presidenciales del partido tricolor tenían un ritual una vez que se les escogía sucesores para la silla presidencial. Este consistía en visitar la sede de la CTM para “bendecir al ungido”. Así lo hizo José Antonio Meade después de ser seleccionado como candidato en 2017.

Es conocido el resultado, Meade quedó en tercer lugar luego de los comicios de 2018. Situación que el líder cetemista, Carlos Aceves del Olmo resumió como: “Antes se decía destapador, ahora sólo estamos dando una vuelta a la tapita”.

Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la CTM. Foto: Twitter @CTM_MX

Ahora con López Obrador al frente del país, la CTM decidió mantenerse alejada, de cierta manera de los reflectores de la política. Esto fue centrando sus quejas en la Secretaría del Trabajo y no en la figura presidencial.

La critica del dirigente sindical se había canalizado en la cercanía de Pedro Haces Barba, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), y lo acusó de querer acabar con la CTM.

No obstante, AMLO en su discurso ha desmentido dicha acusación. El presidente siempre ha dejado claro que su gobierno no tendrá líderes favoritos, ni habrá tutelaje de los sindicatos. Incluso, en el 86 aniversario de la CTM, López Obrador reconoció el esfuerzo de esta organización sindical para aumentar la cuota patronal y con esto aumentar las pensiones para los trabajadores.

Sin embargo, la CTM sigue siendo un brazo del rancio priismo. No en vano, en diciembre de 2018, la CTM fue expulsada de la Central Sindical Internacional (CSI). Esto último se debió a que se le acusó de promover los contratos de protección patronal, así como de atentar contra la libertad y democracia sindical.

De igual forma, y tan solo el pasado 15 de junio, la organización salió a la defensa del dirigente nacional tricolor, Alejandro Moreno, después de la filtración de audios comprometedores y aseguró:

“No es la primera vez que el gobierno intenta desestabilizar al PRI, incluso en el pasado utilizaron mercenarios que ya fueron expulsados de nuestras filas”.

Tal vez donde más se entrometió la organización sindical fue durante la Reforma Laboral, impulsada por López Obrador. Los sindicatos de la CTM promovieron alrededor de 500 juicios de amparo contra distintos tópicos de la nueva legislación. De igual forma, impugnaron tres decenas de artículos, especialmente los relativos al voto personal, libre, directo y secreto en la renovación de las directivas sindicales.

Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTM, portando un reloj valuado en más de 400 mil pesos. Foto: Especial

La palabra que más preocupaba a la cúpula cetemista era “directo”. Ya que habían ideado la forma de dar la vuelta a la elección democrática de dirigentes por la vía indirecta, y siempre más manipulable, de asambleas de delegados.

No obstante, en marzo de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió 12 jurisprudencias que pusieron fin a la intentona cetemista de descarrilar la reforma laboral con el argumento de que atentaba contra la autonomía sindical.

En un reciente encuentro trinacional que reunió a abogados y expertos laborales de México, Estados Unidos y Canadá, la investigadora Graciela Bensusán refirió que los líderes sindicales mexicanos, tienen tres posturas respecto de la nueva legislación laboral:

“1) los que juegan a la “simple simulación, que sueñan que pueden seguir igual”,

2) los que “se dan cuenta de que se tienen que adaptar y ahora sí tratar de tener una relación con los trabajadores” y

3) “los pocos que piensan en la transformación… que se dan cuenta de que no sólo es un cambio de normas, sino de liderazgos, estrategias, alianzas”.

Bensusán también refirió que la reforma laboral, para la cual fue clave la voluntad política del actual gobierno, era “necesaria, pero no es suficiente para la transformación”, porque enfrentamos cien años de “prácticas, inercias, culturas”.