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A 40 días de la elección, el INE de Taddei acumula polémicas y desencuentros


A 40 días de la elección federal organizada y conducida por el Instituto Nacional Electoral (INE), éste se percibe en medio de un clima de conflictos internos, desorganizado y hasta débil frente a los partidos y el gobierno del jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, así lo consideran expertos en la materia electoral.


Aseguran que este año de presidencia de la consejera Guadalupe Taddei Zavala al frente del organismo se advierten problemas organizativos que la institución minimiza y dificultades para ejercer el arbitraje político a que está obligado.


El INE tiene una serie de tumbos que ya no se van a poder corregir”, advierte Marco Antonio Baños, exconsejero del instituto.


Con la mirada en una balanza de positivos y negativos, Jaime Cárdenas Gracia, quien fuera consejero electoral del Instituto Federal Electoral (IFE), admite que cambios positivos en la conducción del último año, etapa que algunos llaman el “nuevo INE”.


Pero alerta que hay señales de cercanía de algunos consejeros con las posturas del gobierno.


“Está bien que no se confronten (como antes) pero, también deben mantener, los actuales consejeros y la consejera (presidenta), su independencia y no subordinarse a ningún partido o al gobierno. Porque, a veces, esa es la impresión que da por lo menos a algunos sectores”, valora.


Marco Antonio Baños valora que han faltado al Instituto consensos internos y hacia afuera una actitud más firme en esta elección.


Anticipa que esa situación tendrá consecuencias.


“El INE sí va a tener que pagar facturas por el tema de la inequidad en el desahogo del proceso”, pues es corresponsable de procurarla, dice al cuestionar el arbitraje político que el organismo debe llevar a cabo y que aún es un pendiente.


Resaltan que el foco en la relación entre la nueva presidenta del INE y el gobierno federal y su partido, Morena –partido al que pertenecen varios de sus familiares– es sólo una de las muchas controversias que han rodeado a la nueva integración del Instituto.


Otras se reflejan en algunas estampas: como la del bono electoral, mismo que fue propuesto por Taddei y autorizado por la Junta General Ejecutiva, y que consistirá en entregar más de medio millón de pesos para los consejeros, por la carga laboral que traerá consigo el proceso.


También está la imagen de un INE con meses de desacuerdos internos para nombrar a nuevos titulares en puestos clave; contrataciones que han dejado como saldos incumplimientos y pagos de más; millonarias rebajas a multas a Morena y otros partidos, y sesiones convertidas en arena para las campañas electorales.


Y episodios que se han dado en las campañas, como la presencia en primera fila de Guadalupe Taddei y otros consejeros en el salón del primer debate presidencial el 7 de abril, lo que causó la protesta de una de las abanderadas; también los problemas en cómo se comunicó las fallas en los registros de 40,000 mexicanos en el exterior, que primero se informó que se quedarían sin votar desde el extranjero.


Además, este primer año del “nuevo INE” quedó marcado por la nueva relación de este con el gobierno –a diferencia de la gestión del expresidente Lorenzo Córdova– con el encuentro que por primera vez aceptó el presidente López Obrador con los consejeros, el 13 de junio de 2023, fecha en la que los invitó a Palacio Nacional; se dijo que los temas de seguridad, comunicación política y presupuestal fueron el motivo del encuentro.


Luego, el 5 de julio de 2023, “como parte de la coordinación institucional” la consejera presidenta Taddei se reunió en privado con el vocero presidencial Jesús Ramírez, la información fue ventilada por periodistas y después se tuvo que comunicar en las cuentas oficiales del INE.


Después, para una sesión de “coordinación”, los consejeros sostuvieron el 25 de julio otra reunión, ésta con integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), a la que acudieron sólo mandatarios estatales de Morena.


Entre otros temas, los ejecutivos estatales abogaron por el presidente López Obrador y para que no se dictaran cautelares para suspender conferencias mañaneras.


Los expertos resaltan que este tipo de encuentros y reuniones no se habían dado entre consejeros y funcionarios del gobierno, al menos desde que nació el INE en 2014, año que se fundó también Morena.


¿Cambió algo en el 'nuevo' INE?

Este 2024 el país celebró 30 años de contar con un órgano autónomo que, por primera en la historia, no estuvo supeditado al gobierno y los partidos para organizar las elecciones federales, y este fue el IFE, fundado en 1990, y que fue el antecesor del INE, creado en 2014.


Sin embargo, hoy de nuevo es tema de debate la conducción de ese organismo, los mecanismos para la toma de decisiones, y si su carácter independiente de entes gubernamentales se mantiene, justo al cumplirse, el pasado 3 de abril, el primer año de Taddei Zavala como nueva consejera presidenta del Instituto.


Junto con ella, también llegaron al INE otros tres consejeros nuevos: Rita Bell López Vences, Arturo Castillo Loza y Jorge Montaño Ventura, quienes integran el órgano colegiado con siete consejeros que ya estaban en funciones.


Así que, ante esa integración mixta, con consejeros experimentados y “nuevos”, se ha realizado el cambio en la conducción del INE.


Los dos ex consejeros del organismo –con trayectorias en etapas distintas: Cárdenas Gracia, consejero del IFE de 1996 a 2003, periodo en el que fue lanzó propuestas de avanzada e incluso fue considerado “rebelde”, y Baños, fundador de ese Instituto, pues ocupó diversas direcciones y luego fue consejero, de 2008 a 2014 y luego lo fue del INE, hasta 2020– observan “problemas” en el INE en la recta final de la elección.


Cárdenas Gracia, también investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, indica que sí hay problemáticas.


“Yo creo que el INE, en pocas palabras, no puede ser una institución que se esté confrontanda con el gobierno o con los partidos, pero tampoco puede ser una autoridad sometida o débil frente a partidos o frente al gobierno.


“Y yo creo que el INE actual, los consejeros, la consejera presidenta, han tenido una actitud cuidadosa con el gobierno de no enfrentamiento, pero sí han tenido a veces, por las decisiones que toman, parecen ser decisiones muy subordinadas a los intereses de los partidos o del propio gobierno”, establece.


Baños, quien en su calidad de exfuncionario y no sólo exconsejero conoce desde las entrañas al organismo electoral, pone el énfasis en la relación del INE con el gobierno y cómo no ha podido hacer cumplir sus medidas cautelares, con las que se buscó cesar la participación presidencial en temas electorales.


A su juicio, el piso de la competencia es disparejo por las recurrentes intervenciones del presidente en las elecciones, desde su conferencia “mañanera”.


Admite que hay consejeros que sí se han esforzado por generar las condiciones de equidad en la contienda, desde la Comisión de Quejas, y que el INE sólo tiene como facultad la emisión de medidas cautelares, ha sido el Ejecutivo el que no las ha acatado.


Pero por eso mismo indica: faltan en el INE “criterios de avanzada” frente a los incumplimientos sistemáticos desde la presidencia y que en todo caso sea el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) – que tampoco ha actuado, considera- el que se pronuncie.

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