Central de Abasto, dominada por narcomenudeo y asaltos; locatarios viven entre miedo y abandono policial
- Redaccion1 Poder Politico
- hace 3 horas
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Narcomenudeo, indigencia, robos y asaltos son los principales problemas que enfrenta la Central de Abasto de la ciudad de Puebla y sus alrededores.
Aunque las actividades parecen normales, 24 horas después del asesinato del dueño de una cadena de pollos ubicada en el sitio, algunos locatarios mostraron temor, mientras que otros externaron su molestia por la inseguridad que se vive en la zona, bajo la presunta colusión de policías de diversas corporaciones con la delincuencia.
Una veladora blanca, restos de cinta de acordonamiento y sellos de la Fiscalía General del Estado (FGE) dan cuenta del crimen perpetrado en la distribuidora de pollos Corona, en el Circuito Interior Norte C y La Herradura.
A decir del secretario de Seguridad Pública Estatal, vicealmirante Francisco Sánchez González, el hoy occiso, identificado como Manuel N., de 63 años, al parecer había tenido conflictos previos con trabajadores del lugar.
Vecinos del adulto mayor aseguraron a este medio que la víctima era una persona tranquila, sin problemas con nadie, y que solía trabajar desde las 4 de la mañana hasta las 5 o 6 de la tarde; por ello, les sorprendió que lo hayan ultimado a tiros.
Una locataria de 45 años, que por seguridad pidió el anonimato, confesó que la zona está dominada por la venta de estupefacientes, pues existen varios puntos desde donde se distribuye droga. Agregó que también hay locales donde se comercializa alcohol de manera ilegal, lo que contribuye a la presencia de indigentes.
Hay varios puntos donde distribuyen droga, entonces yo creo que todo eso ocasiona la inseguridad. El vecino era una persona tranquila, ¿cómo puede ser que lo hayan venido a balacear? Vienen los policías y ni se bajan de sus patrullas, solo pasan rápido, se estacionan para comer y hacen sus retenes, y ya, pero no pasa nada,
denunció.
La entrevistada afirmó que estos factores hacen insegura la zona tanto para clientes como para locatarios, quienes han optado por abrir más tarde —alrededor de las 7 de la mañana— y cerrar al mediodía, disminuyendo incluso sus ventas.
En el área de La Herradura, explicó, la cuota de vigilancia por locatario es de 80 pesos, cantidad que apenas alcanza para pagar a unos cuantos veladores que dan rondines sin herramientas para enfrentar a hombres armados.
Insistió en que, a raíz de los asaltos y homicidios registrados en distintas ocasiones, ahora cierra alrededor de las 12 del día, cuando antes permanecía en su local hasta las 3 de la tarde o más.
Te lo juro que ahorita ya me quiero ir porque ve, todo ya está vacío en esta área. Aquí el flujo de gente empieza desde las 4 de la mañana, pero ahora tenemos que abrir más tarde porque es inseguro. Hasta parece que ya nada más te están espiando para asaltarte antes de subir al transporte público.
La petición es clara: mayor vigilancia, compromiso policial real para enfrentar a la delincuencia y que los elementos no formen alianzas con el hampa.
Asesinan a su madre durante un asalto al salir de la Central de Abasto
Una joven locataria, de aproximadamente 25 años, contó que en el lugar no hay seguridad y que la situación es cada vez más preocupante, pues en enero de este año su madre fue asesinada durante un asalto en la salida del centro de abasto.
No sé si se enteraron que en enero mataron a una señora aquí en la salida. Era mi madre. Lamentablemente su caso quedó impune. Después de lo ocurrido mandaron a más policías a patrullar, pero eso solo duró como un mes y después se olvidaron del caso. Querían dinero que yo no tengo. A veces los delincuentes piensan que uno sale con mucho dinero, y no es así; en ocasiones solo salen los gastos del día: la renta, los trabajadores, la comida. En general, estamos mal,
relató.
Dijo que la barda perimetral tampoco sirve de mucho, pues cualquiera puede seguir entrando y, además, obstaculiza la movilidad y aumenta el tráfico.
Explicó que en su nave el costo semanal por vigilancia y limpieza es de 600 pesos, una cifra elevada considerando que en otras naves se pagan cuotas mayores sin que eso les garantice evitar un asalto.
Imagínate, aquí son 26 bodegas por 600 a la semana; son 15 mil 600 pesos, y creo que nada más tenemos dos vigilantes para rondines. En otras naves dan más, pero también son muchas más bodegas. La verdad es que vivimos con miedo, ya no sabemos cuándo nos asaltarán o nos harán daño.
Añadió que, aunque hay cámaras de vigilancia, en realidad no sirven de mucho porque, aunque sean evidencia, “no hay justicia”, ya que las autoridades siempre están pidiendo dinero. Por ello, dijo, no les queda más que cuidarse con sus propios recursos.
Prevalece la zozobra y el miedo ante robos previos
Por último, una joven de 19 años reveló que vive con miedo y que, aunque trata de estar alerta, siempre recuerda que el negocio donde trabaja fue asaltado en diversas ocasiones por sus antiguos dueños.
Considera que la inseguridad se ha agudizado por la presencia de indigentes y adictos, por lo que a las 3 o 4 de la tarde, en el área de La Herradura, ya casi no hay flujo de gente; además, en la mayoría de los locales solo quedan mujeres atendiendo, quedando expuestas.
Ojalá los policías de verdad hagan rondines en forma, porque luego nada más vienen y se paran, pero no hacen nada. A esta hora da miedo porque ya casi no hay gente y están los borrachitos y los drogadictos, y a esta tienda hace dos años ya la asaltaron, por eso estoy a la expectativa.
Concluyó diciendo que también falta cooperación entre vendedores, pues, como ocurrió con el dueño de la pollería, algunos comentaron que “eso le pasó porque se lo merecía”, o minimizan la situación, sin importarles lo que le ocurra a otro locatario.














































































































