Quién voló la represa ucraniana de Kajovka y por qué puede provocar un nuevo Chernobyl
- Redaccion1 Poder Politico
- 6 jun 2023
- 3 Min. de lectura

Un nuevo caso como el de Nord Stream, el gasoducto que iba de Rusia a Alemania y fue volado en septiembre del año pasado en el Mar del Norte.
Continúan las especulaciones desde entonces sobre quién lo hizo y a quién le conveía. ¿Fue Rusia para dejar a Europa sin gas como represalia por su apoyo a Ucrania? ¿Fue Ucrania para terminar con el gas barato para Europa y que la UE le de todo el apoyo que necesita para sacarse de encima a los invasores rusos? Todavía no sabemos.
Todo puede ser. Lo mismo sucede en este momento: el mundo se pregunta quién voló la crucial represa ucraniana de Kajovka y con qué propósito. ¿Fueron los rusos para impedir el avance de la contraofensiva ucraniana que se viene preparando desde hace meses? ¿Fueron los ucranianos para inundar zonas controladas por los rusos y hacer escasa el agua en la ocupada península de Crimea?
La seguridad de Kajovka, la segunda más grande de la cascada de seis represas del río Dnipro y una fuente vital de agua y energía para la región, fue una preocupación constante desde la invasión rusa de febrero de 2022, con ambos bandos acusándose mutuamente de conspirar para destruirla.
Claro que esta acción de la última madrugada es mucho más grave que la del Mar del Norte.
Afecta a la central nuclear de Zhaporizhzhia, la más grande del este europeo, que se encuentra en manos de las fuerzas rusas que mantienen como trabajadores esclavos a los técnicos ucranianos.
El agua controlada por la represa de Kajovka es indispensable para mantener la temperatura de la central.
El argentino Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), aunque dijo que la situación estaba aún bajo control, advertió esta mañana en una reunión de urgencia en Ginebra de que “estamos ante un posible desastre de enorme magnitud”. Otro Chernobyl.
Los reactores están apagados, pero siguen necesitando agua para refrigerar el combustible de sus núcleos.
Las piscinas de refrigeración del combustible gastado y del nuevo combustible a la espera de ser cargado en los reactores también necesitan agua circulante. La central cuenta con un estanque de refrigeración específico que ahora está en riesgo.
Energoatom, la empresa nuclear estatal, declaró que por ahora la central dispone de agua suficiente y que los trabajadores ucranianos vigilan la situación.
El desastre ambiental podría ser también extraordinario. Las aguas ya están cubriendo decenas de miles de hectáreas cultivables.
Vitaliy Selyk, fundador del grupo de voluntarios Smilyvi Vidnovliuvaty (Valientes para reconstruir), afirmó que el anegamiento de las tierras drenadas y, a la inversa, la exposición del fondo arenoso de los ríos, provocarán en muy poco tiempo cambios climáticos, como tormentas de polvo, cambios en las precipitaciones, un aumento de la temperatura y sequías más frecuentes en el sur de Ucrania.
Las primeras imágenes ya muestran cultivos arrasados y animales silvestres escapando hacia las zonas más altas.
También preocupa la falta de energía que hasta ahora producía la represa. Dado que los daños en la central hidroeléctrica parecen irreparables (las explosiones destruyeron la sala de máquinas de la central), Ucrania perdió una fuente de energía flexible que dificulta el funcionamiento de la red de todo el país.
La central tenía una capacidad de 357 megavatios y producía 1,4 teravatios-hora al año. También era rentable, aportando 44 millones de Hr (1,2 millones de dólares) al presupuesto nacional y 6,1 millones de Hr (167.000 dólares) a los presupuestos locales en 2019.
El ex ministro de Energía, Ivan Plachkov, declaró a los medios de Kyiv que la destrucción provocará problemas en las infraestructuras de suministro de agua y energía, ya que las redes de distribución, las subestaciones y las líneas eléctricas se enfrentan a la inmersión.















































































































