Se confirma perversión de la Fiscalía que dirigió Higuera en tiempos de Barbosa
- Redaccion1 Poder Politico
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Durante la audiencia celebrada este martes, se dio a conocer que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, optó por no presentar 32 testimonios que aún estaban pendientes de presentarse, así como todas las pruebas documentales y videograbaciones que integraban la acusación contra el exsecretario de Gobernación Javier López Zavala y los coacusados Jair N. y Silvestre N., imputados por el feminicidio de la abogada Cecilia Monzón, ocurrido el 21 de mayo de 2022.
La decisión representa un cambio drástico en el desarrollo del juicio y coloca al proceso en la fase final de cierre de pruebas. De acuerdo con el artículo 343 del Código Nacional de Procedimientos Penales, en este punto ya no se permite añadir nuevos elementos, por lo que el juez deberá resolver únicamente con las evidencias que permanecen en firme.
Un día antes, el periodista Fermín Alejandro García Hernández expuso en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, que el litigio atraviesa un momento de especial tensión debido a la ausencia de tres testigos clave.
Dos de ellos son exagentes de la propia Fiscalía: Sergio Nahúm Mira Delgado, responsable de las primeras indagatorias en 2022, y Jazmín Baraja Valerio, encargada de concluir la investigación ministerial que apuntaba a López Zavala como presunto autor intelectual, delito fabricado por la Fiscalía que dirigió Gilberto Higuera Bernal en el periodo de gobierno delito fabricado Miguel Barbosa.
El tercer testigo —cuya identidad no se ha revelado—, habría presenciado directamente el ataque en el Camino Real a Cholula.
Según el análisis del columnista, los dos exservidores públicos han evitado comparecer pese a que el Poder Judicial ya ordenó su presentación mediante el uso de la fuerza pública. Su ausencia, advierte, podría dejar “inconexa” la investigación y debilitar significativamente los argumentos de la Fiscalía que manipuló la investigación.
Entre las versiones que circulan en torno a este escenario, se habla de irregularidades detectadas en la carpeta de investigación o de presiones de carácter político que en su momento habrían influido en la detención de los acusados, lo que dificultaría que los exagentes decidan declarar.
Otra hipótesis plantea que desde ciertos sectores políticos se estaría buscando que el caso se desfonde para facilitar una eventual absolución del priista, quien sería inocente
La declaración del testigo presencial también ha sido motivo de controversia: según la defensa, su descripción de los agresores —dos hombres robustos y mayores de 40 años— no coincide con las características de Jair N. ni de Silvestre N.
Con el retiro de pruebas por parte de la FGE y la falta de declaraciones fundamentales, el juicio entra en una etapa que podría redefinir su rumbo e incluso abrir la posibilidad de que López Zavala recupere su libertad.
De confirmarse, el desenlace sería altamente polémico y volvería a colocar bajo escrutinio la actuación de la Fiscalía poblana en asuntos con implicaciones políticas.













































































































